Muchos padres y madres lo tienen claro: bañar a su bebé es uno de los mejores momentos del día. Se relajan, desconectan del trabajo, juegan y recuperan el tiempo perdido con sus hijos. Sin embargo, no podemos despistarnos. Y es que tenemos que estar pendientes de que el bebé no se caiga ni se resbale por culpa del agua y el jabón. Para garantizar la seguridad de nuestros hijos es fundamental tomar ciertas precauciones. Por eso, hoy te vamos a dar algunas recomendaciones para evitar que tu bebé se resbale en la bañera. ¿Quieres un adelanto? Usa gomas antideslizantes. Te lo explicamos a continuación.
¿Cómo evitar que el bebé se caiga en la bañera?
1. Utiliza gomas antideslizantes
Las alfombrillas o gomas antideslizantes son una de nuestras opciones favoritas para evitar resbalones en la bañera. Están diseñadas con materiales adherentes que proporcionan estabilidad y evitan que el bebé se caiga durante el baño. Además, tienen ventosas que se adhieren firmemente a la superficie de la bañera, ofreciendo una mayor seguridad.
Otras ventajas de las gomas antideslizantes
- Mayor seguridad: reducen el riesgo de caídas accidentales.
- Fáciles de limpiar: pueden enjuagarse y secarse rápidamente después del baño.
- Variedad de diseños: existen opciones con formas y colores atractivos para los bebés.
- Durabilidad: son resistentes y pueden usarse durante mucho tiempo sin perder su eficacia.
- Comodidad: proporcionan una superficie confortable durante el baño.
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2. Elige una bañera con superficie antideslizante
Si aún no has comprado una bañera para tu bebé, te recomendamos elegir una con una base antideslizante incorporada. Muchas bañeras infantiles están diseñadas con materiales especiales que evitan que el bebé resbale. De esta forma ofrecen una mayor seguridad y estabilidad durante el baño.
3. Controla el nivel del agua
Es importante no llenar demasiado la bañera, ya que un exceso de agua puede hacer que tu hijo o hija pierda estabilidad con mayor facilidad. Lo recomendable es que el agua cubra solo hasta la cintura del bebé cuando esté sentado. De esta manera, se reduce el riesgo de que se deslice accidentalmente.
4. Sujeta al bebé en todo momento
Nunca hay que dejar solo al bebé en la bañera, aunque solo sea por unos segundos. Sujétalo en todo momento para prevenir caídas y resbalones accidentales. Además, puedes usar también un asiento de baño con ventosas para aumentar su estabilidad.
5. Evita jabones que hagan demasiada espuma
Algunos jabones y champúes infantiles forman mucha espuma y son aceitosos. Es mejor optar por productos con texturas menos resbaladizas o aplicar el jabón con moderación para reducir este efecto. Además, enjuagar bien la bañera antes de meter a tu bebé evitará que queden restos de productos resbaladizos.
6. Mantén una temperatura agradable en la habitación
Un ambiente agradable evitará que el bebé se ponga nervioso y haga movimientos bruscos. La temperatura ideal se sitúa entre los 20 y los 22 grados. Asegurarse de que en la habitación haya una temperatura confortable es clave para que la hora del baño sea una experiencia segura y placentera.
7. Seca bien al bebé después del baño
Al terminar el baño, envuelve rápidamente al bebé en una toalla para evitar que se resbale cuando lo saques de la bañera. Si tienes una toalla con capucha, mucho mejor, ya que vas a evitar que coja frío rápidamente.
8. Elige el mejor momento para el baño
Escoger un momento en el que el bebé esté tranquilo y relajado facilitará que el baño sea más seguro. Evita bañarlo cuando esté demasiado inquieto o cansado. El objetivo es reducir los movimientos bruscos que puedan provocar resbalones.
9. Crea una rutina de baño segura
Prepara todo lo necesario antes de comenzar. Ten a mano el gel, el champú, la toalla y el cambio de ropa para evitar distracciones que puedan poner en riesgo al bebé.
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