Carritos de bebé

Comprar un carrito de bebé de buena calidad supone una inversión bastante elevada, por lo que es necesario cuidar el vehículo y evitar en lo posible que se estropee. Sin embargo, incluso en caso de averías y roturas, no hay que desanimarse, ya que a menudo es posible reparar el cochecito con un gasto bastante limitado o aprovechar la garantía ofrecida por los fabricantes. En nuestra web podrás encontrar todo tipo de recambios para la reparación de carritos de bebé.

¿Cómo reparar los principales componentes?

Las ruedas son uno de los componentes más delicados de los carritos de paseo para niños, ya que se ven más afectadas que cualquier otra parte por la rugosidad de la superficie al entrar en contacto con el suelo. No es raro que se rompa una rueda o un elemento de soporte del eje, un fallo que inutiliza el carrito si no se repara inmediatamente.

En estos casos, la solución más sencilla es desmontar la rueda defectuosa, desenroscar los pasadores de bloqueo, comprar una nueva y sustituirla. Cada modelo tiene un proceso único, sin embargo, basta con seguir cuidadosamente las instrucciones del manual para completar la operación en pocos minutos.

Comprueba el equilibrio de las ruedas y lubrica las piezas metálicas de las ruedas con un lubricante o aceite penetrante para permitir un movimiento fluido del cochecito. Llena de aire los neumáticos del cochecito y endereza las ruedas o los ejes doblados con los alicates. Es posible que no notes el movimiento de una rueda doblada o desigual, pero el movimiento brusco puede crear un paseo incómodo para tu bebé.

Otros componentes a comprobar son el freno del carrito y los bloqueos de las ruedas. Suelen estar situados en la parte trasera del cochecito, encima de las ruedas traseras, aunque algunos carritos tienen bloqueos en el asa. Busca cables sueltos o piezas oxidadas. Utiliza lubricante para engrasar las piezas de modo que el bloqueo del freno se mueva suavemente hacia y desde su posición.

Ajusta el asa y comprueba el mecanismo de plegado de los carritos que se pliegan. Desengancha los cierres o desbloquea el mecanismo y mueve el asa hacia arriba y hacia abajo. Engrasa las piezas que se pegan y limpia los residuos del exterior de las piezas del asa. Pliegue y despliegue los carritos plegables para asegurarse de que todo funciona correctamente.

Examine la capota o el accesorio de la cubierta del cochecito para asegurarse de que no está suelto y de que el material protege del sol. Repara el material que falte o compra un nuevo parasol si el elemento de protección no se puede reparar. Utiliza un tejido que incorpore protector solar y una aguja e hilo para coser la pieza de repuesto siguiendo las líneas de costura originales.

Prueba el asiento para asegurarse de que los mecanismos de bloqueo funcionan para mantener el asiento en su sitio. Si tu carrito se reclina, prueba la función de reclinación para asegurarte de que el asiento se mantiene bloqueado cuando el carrito se mueve. Engrasa los mecanismos para que el movimiento sea fluido.

Engrasa las piezas metálicas para que el movimiento sea fluido al utilizar las funciones de plegado. Limpie cualquier exceso de las partes metálicas del cochecito.

En resumen, mantener el carrito de tu bebé en buen estado requiere de un cuidado especial para evitar que no se estropeen sus componentes. Sin embargo, aunque alguno de sus componentes falle en algún momento, existen recambios para casi todos los componentes de tu carrito.